Cuando se inicia un negocio, antes de firmar un contrato laboral, cuando se está pensando en hacer testamento… Contar con la opinión y el asesoramiento de abogados Murcia es una buena decisión. Porque siempre es mejor prevenir que lamentar, en todos los aspectos de la vida, pero fundamentalmente en esos que están relacionados con cuestiones legales y que nos evitarían grandes problemas. Problemas que tarde o temprano harán que tengamos que recurrir a un abogado.
Algo tan sencillo como reclamar una herencia puede ser un verdadero quebradero de cabeza si no se sabe qué trámites hay que realizar y por dónde comenzar. Una simple consulta con un abogado de herencias puede hará que todo sea mucho más sencillo y a veces menos traumático, evitando conflictos familiares de consecuencias muy desagradables.
En otras ocasiones, una consulta puede resolver satisfactoriamente para el cliente una situación en la que quizá no había pensado. Es fácil de ver con un sencillo ejemplo, el de un accidente de tráfico sin mayores consecuencias. Tal vez consideremos que no ha sido grave y lo dejemos pasar sin más, pero conviene saber que cuando no se es responsable del siniestro y siempre que haya algún tipo de daño, material o físico por pequeño que sea, tenemos derecho a una indemnización.
Y, cuando los daños son graves, solo un abogado bien preparado podrá calcular exactamente la compensación económica que en justicia corresponde a la víctima. Una indemnización que, por lo general, las compañías de seguros intentan minimizar.
Los asuntos más delicados, cuestiones de familia
Pero sin duda, hay cuestiones en las que siempre conviene acudir a abogados en Burgos antes de dar el primer paso. Todo lo relacionado con separaciones y divorcios son cuestiones muy dolorosas en las que, además, se pueden ver envueltos menores a los que siempre, por encima de todo hay que proteger. Muchas veces los consejos bienintencionados de amigos o familiares terminan en consecuencias desastrosas para los implicados en un procedimiento de este tipo.
Nunca se debe dar un paso o tomar una decisión sin contar con asesoramiento legal. En primer lugar porque un abogado siempre intentará lograr acuerdos amistosos y justos para ambas partes que hagan todo el proceso menos traumático. Pero, en segundo lugar, porque cuando el acuerdo se apunta como imposible, un mal paso por parte de la persona, una decisión errónea, probablemente signifique problemas en el proceso de divorcio que al final le afectarán de manera negativa.
Un abogado es la persona más idónea para que lleve nuestra defensa en un procedimiento legal de cualquier tipo. Pero antes, mucho antes, hay que verlo como un profesional capacitado para ofrecer la mejor información antes de tomar una decisión que desemboque en consecuencias nada deseables.