Varios opinan que cuando llega el invierno, todo aquel que planifica sus vacaciones piensa en lugares cálidos con hermosas playas para relajarse y alejarse del frío. Pero en realidad, este atrae a una gran cantidad de turistas que, entre otros aspectos, disfrutan las ofertas nieve que esta estación tiene reservada para ellos.
Pero más que el ingenioso aprovechamiento de ofertas, es el disfrute que nos ofrecen todas las actividades que podemos realizar en la nieve. En este sentido, podemos sentir gran adrenalina, admiración por la naturaleza o profunda paz y calma según lo que deseemos hacer y los destinos que seleccionemos para nuestro viaje.
La oportunidad de patinar sobre hielo, es tal vez la más esperada por niños y adultos. Además de divertido, es un deporte que los novios y esposos disfrutan de forma muy particular, ya que la posibilidad de practicarlo en pareja permite que pueda añadírsele un toque romántico.
Algunos más valientes, optan por admirar la belleza de las montañas a través de paseos en helicópteros, teleféricos o en parapente. Pero si las alturas no son lo tuyo, las excursiones siempre serán una buena alternativa.
Hazlo con la conciencia tranquila
El severo perjuicio que, en términos ambientales sufre nuestro planeta, realmente es valorado por muchas personas, quienes con cambios en su estilo de vida, alimentación, en el tipo de productos que adquieren e inclusive, en los planes que llevan a cabo durante sus vacaciones, procuran dar su aporte para la restitución del medio ambiente.
En ese sentido, algunas prácticas comunes que realizamos aprovechando la nieve a nuestro alrededor, tienden a cooperar con el deterioro ambiental dado el alto consumo energético que requieren.
Por ello, si eres de los que desea disfrutar sin el remordimiento de ser cómplice de este perjuicio, actividades como la construcción de un muñeco de nieve o iglú, el esquí de fondo o de travesía y el senderismo, son parte de las que puedes llevar a cabo sintiéndote tranquilo al respecto.
Por último, recuerda que lo fundamental es poder compartir estas experiencias con familiares y amigos; estos momentos, son los tesoros que acumularemos en nuestra vida para poder sentirnos realmente felices.