Ser bellas nos preocupa y mucho. Desde niñas nos enseñan que debemos cuidar nuestra imagen, que nuestra sonrisa, cabello, rostro, manos y vestimenta se convertirán en nuestra mejor carta de presentación. Pero cuando crecemos, nos sentimos abrumadas por las enormes ofertas de productos que existen en el mercado. Así que nos preguntamos ¿qué es lo mejor para nosotras? Tenemos la respuesta: una tienda cosmética natural.
No hay mejor alternativa que la extensa gama de productos cosméticos naturales, cuyos beneficios han desplazado la demanda de las marcas más reconocidas a nivel mundial. Y es que ¿de qué sirve invertir altas sumas de dinero por el nombre de un producto si lo que nos interesa es su principio activo?
La indiscutible efectividad de tratamientos con productos naturales de aloe vera, estrella de mar, baba de caracol, extracto de cobra real ha permitido la expansión de un mercado que comienza a florecer y a abrirse un lugar privilegiado en el gusto de las consumidoras, quienes de manera inteligente han sabido escoger la mejor opción para su cuidado personal: productos 100% naturales y de calidad comprobada.
Tres reglas de oro para cuidar nuestro rostro
Limpieza: Una óptima limpieza necesita más que agua, ya que la piel del rostro suele estar expuesta a diversos agentes que amenazan su lozanía. En nuestro ritual diario podemos incluir jabones de glicerina, aceite de almendras, germen de trigo. Mientras que las leches limpiadoras de zanahoria, limón, pepino y aloe vera son perfectas para desmaquillarnos.
Exfoliación: Aunque no podemos exfoliarnos a diario, debemos procurar dedicar tiempo a esta tarea, por lo menos una vez cada semana. Esta técnica nos permitirá retirar las impurezas de la piel de manera más profunda. En el mercado hay exfoliantes elaborados con aceites de oliva y de albaricoque que tienen doble función: sirven como peeling y son hidratantes.
Hidratación: Nutrir nuestra piel es un paso clave para devolverle la vitalidad que le resta la contaminación, el cloro del agua e incluso el maquillaje. En este caso, lo más recomendable son las cremas de leche y miel, aloe vera, caviar y aceite de rosa mosqueta.
Cuando asumimos estos pasos como parte de nuestra rutina puede parecernos un poco complicado, pero al ver los resultados en el corto plazo nos daremos cuenta que vale la pena mimarnos, ya que si no lo hacemos ¿quién lo hará por nosotras?