Hoy en día la maquinaria forma parte de todas las industrias. Por lo que la reparación de motores es uno de los servicios más importantes que se deben prestar. Es fundamental contratar a profesionales con gran experiencia para subsanar los errores en el menor tiempo posible y con los mayores resultados.
Desde fábricas de alimentos, hasta generadores de energía, todas ellas se componen de maquinaria de alta tecnología. Los motores eléctricos pueden ser de corriente continua, alterna (baja y media tensión, de tracción y de generación.
Trabajos durante las reparaciones
Debido a los grandes esfuerzos que sufre este tipo de tecnología suelen aparecer una serie de averías, las cuales para ser reparadas, debe incluirse la revisión del buen funcionamiento del motor, fabricación de bobinas o el rebobinado.
Además, en el caso de que sea necesario se cambian los ejes y los paquetes de chapas, se suministran recambios y se hacen equilibrados dinámicos, en este caso deben ser certificados. Por último, como prueba de garantía se llevan a cabo ensayos en vacío y trabajos de carga en los motores de tracción, siguiendo siempre los protocolos de actuación.
Empresas reparadoras
Como se ha comentado, es vital estar en contacto con grandes profesionales. Esta maquinaria es bastante costosa, debido a esto, la reparación debe ejecutarse de manera precisa. Una herramienta fundamental es el banco de ensayo, ya que en este se hacen pruebas de vacío y de carga. Se deben contar, a su vez, con equipos de medida de ondas de choque, de meggers y de tangente delta.
El asesoramiento de los operarios debe ser escuchado y llevado a cabo, ya que las reparaciones, necesitan de un mantenimiento que, en muchas ocasiones, es bastante sencillo, por lo que puede realizarlo cualquier persona.
En definitiva, el eje fundamental de las industrias es, a parte de sus trabajadores, la maquinaria de sus fábricas de producción. Así que, no hay que escatimar en sus cuidados y en su mantenimiento. La producción se basa en la rapidez de su operación y en los resultados obtenidos. La era industrial avanza felizmente, y uno de sus factores son los magníficos rendimientos.