Quitar uñas enterradas puede llegar a ser más complejo de lo que parece. Si buscamos en Internet, encontraremos una amplia variedad de remedios caseros, técnicas y trucos para lograrlo, pero estos no siempre son eficaces. De hecho, en algunos casos, estas medidas tradicionales terminan complicando la situación.
Esta problemática es muy común y puede ocurrirle a toda clase de personas, pero no cualquiera está capacitado para remover las uñas enterradas. En este sentido, es importante precisar que en ocasiones se piensa haberla quitado, cuando en realidad únicamente se ha solucionado de manera superficial. Dicha situación no solo ocasiona su continuidad, sino que a la larga se producirá la infección del área.
En tales casos, además del tratamiento farmacológico que ayude a eliminar la infección, es oportuna la intervención quirúrgica. Dichos procedimientos son muy sencillos, no es necesario llevarlos a cabo en un hospital, su duración no excede de veinte minutos y son indoloros, ya que se aplica anestesia local.
¿Cómo prevenir las uñas enterradas?
A pesar de que los tratamientos quirúrgicos son muy eficaces, lo ideal es ocuparnos de la salud de nuestros pies oportunamente y evitar la aparición de molestias. Para ello, es importante tener en cuenta las diversas causas que lo producen.
Algunas de las causas más frecuentes son el uso de calzado inapropiado, malformaciones en las uñas o corte inadecuado de estas. Así mismo, puede producirse como consecuencia de traumatismos, forma incorrecta de pisar o presión constante en la zona afectada.
Por tanto, como medida de prevención es esencial cortarse las uñas adecuadamente, según la forma del dedo; utilizar zapatos apropiados y usar polvos anti- sudor. No obstante, es fundamental que todo esto se haga bajo la observación de un podólogo. Con la orientación de este especialista, podrá conocer cuál es su tipo de pie y tratarlo de modo correcto.
De igual forma, conviene tener presente que la salud de los pies depende de nuestros hábitos. Así que es conveniente prestar atención a su higiene, a la calidad de los productos que aplicamos en ellos, al calzado que usamos y demás aspectos relacionados con su bienestar.