La calidad no es una característica más que debe destacarse en las industrias alimentarias, sino un compromiso de todos los que protagonizan la cadena de suministro. Por lo tanto, las empresas deberían tener las certificaciones ISO 9001/22000, para darles a los consumidores mayores garantías sobre lo que van a adquirir.
Estas normas suelen mostrarse en el sector como una sola porque sus objetivos se engranan a la perfección con las necesidades de los productores. Sin embargo, cada una cumple una función específica en cuanto a las labores que se llevan a cabo en una compañía relacionada con este mercado.
La norma ISO 9001 está diseñada para crear un sistema de gestión de Calidad (SGC), con la finalidad de cumplir las expectativas y requerimientos de los clientes. En este sentido, la aplicación de esta permite que se controlen los procesos de forma continua, trazando una ruta para un buen desempeño y servicios consistentes.
El pasado 15 de septiembre de 2015 se publicó la última versión de esta normativa, que está enfocada en los nuevos retos que deben enfrentar los empresarios. Esta revisión ha sido trascendental, ya que fue la primera que se hizo desde el año 2000.
Por otro lado, la ISO 22000 se basa en diseñar un sistema de gestión de seguridad alimentaria, para la totalidad de los entes involucrados; es decir, ganaderos y agricultores, procesadores, envasados, transportistas y puntos de ventas. También puede extenderse a otros servicios como agentes de limpieza y fabricantes de equipos para esta industria.
Recibir esta acreditación es obtener la posibilidad de convertirse en un potencial proveedor con oportunidades de crecer, porque sirve para demostrar su entrega con la seguridad alimentaria. Las buenas prácticas implican la confianza de las partes interesadas, identificación de los riesgos, reducción de la eliminación de productos y reclamaciones y proteger el nombre de la marca.
Los alimentos y la inocuidad
Las personas que participen en este trabajo deben asumir la responsabilidad sobre el estado de conservación de los alimentos que manipulen, debido a que de esto depende directamente la salud de quienes los ingieran.
Hoy en día, poder transmitir confianza es cada vez más relevante, en especial, por los avances del comercio internacional. Por lo tanto, la prevención y el seguimiento de unos parámetros para alcanzar esta meta son dos factores importantes.
En este sentido, no es exagerado pedirles asesoramiento a los verdaderos expertos en esta materia, con la intención de mejorar el funcionamiento interno y se siga un mismo planteamiento a favor de los que confían en la mercancía que llega a los anaqueles.