Romper un lazo amoroso con una persona siempre implica un duelo de pérdida, el cual la mayoría de las personas no saben enfrentar por falta de guía y apoyo, no obstante, asistir a un psicólogo Bilbao es una adecuada manera de aliviar los sentimientos de tristeza y empezar un viaje hacia la reconciliación con uno mismo y con el otro.
Muchas personas durante la etapa del enamoramiento creen que la relación será para siempre, pero la realidad es que la mala comunicación, la dependencia emocional y el poco respeto mutuo, son los principales factores que hacen que una pareja decida finalizar un vínculo sentimental.
A veces, este proceso tarda tiempo en ser superado, incluso, es bastante doloroso para quien lo padece. Por lo general, surgen pensamientos irracionales de culpa o distorsión de la realidad que al final terminan intensificando la sensación de pérdida.
De la mano con un psicólogo es posible sanar y aflorar sentimientos positivos
Los psicólogos son profesionales calificados para mejorar nuestra salud mental, pues tienen las herramientas necesarias para enseñarnos a enfrentar las situaciones de la manera más saludable posible, por eso, el primer paso para superar un duelo amoroso es asistir a uno y seguir sus recomendaciones.
Esto tampoco quiere decir que los psicólogos tengan una receta mágica para hacer desaparecer nuestras penas al instante, al contrario, podríamos decir que son personas tan vulnerables como nosotros, pero con capacidades y destrezas que nos ayudan a encontrar el camino correcto.
Normalmente, estos profesionales suelen aplicar un tratamiento terapéutico con el objetivo de ayudar al paciente a aliviar el duelo, empezando por aumentar la autoestima, hacerle entender que no hay culpables y que la vida continua, pues cortar relaciones e iniciar otras es un proceso normal de la vida.
Cada ruptura es diferente, ya que cada individuo es un mundo aparte, por lo tanto, es prácticamente una necesidad pedir apoyo psicológico para entender de mejor forma los motivos de lo sucedido y entrar en la etapa de superación, a la cual es difícil llegar.
No hay por qué tener miedo o resistirse a la idea, al contrario, es necesario esforzarse por sentirse mejor, y siempre de la mano con alguien profesional que sepa comprender.