Las piedras en el riñón es un problema que puede llegar a ser grave si no se trata de forma correcta. La formación de piedras en el riñón puede deberse a múltiples factores.
Es posible que tengas antecedentes familiares que hagan que entres a formar parte del grupo de personas propensas a tener este tipo de patología. La alimentación es otro de los orígenes que pueden desencadenar en la formación de piedras en el riñón.
El ser humano necesita el calcio en su organismo. Ingerimos dicha sustancia a través de los alimentos que ingerimos, pero nuestro cuerpo no utiliza todo el calcio que le ofrecemos, la parte excedente la expulsamos a través de la orina.
Tipos de piedras en el riñón
Sin embargo, a veces la expulsión no se produce y el calcio queda almacenado en los riñones, al combinarse con otra sustancia se solidifica y se produce la piedra. Esta es sólo una causa de la formación, pero no la única. También se puede presentar piedras en el riñón por un elevado ácido úrico o tal vez tras una infección urinaria.
El tamaño y el aspecto de las piedras también varían. Pueden ser piedras pequeñas del tamaño de un grano de arena y llegar a alcanzar el tamaño de una pelota de golf. Pueden ser lisas o tener aristas. En cuanto al color, las podremos encontrar amarillas o tal vez marrones.
Durante la formación del cálculo, es posible que no sintamos ninguna molestia, por lo que algunas personas tardarán en darse cuenta del problema. A veces, el tamaño de la piedra es tan pequeño, que se expulsará a través de la orina sin que la persona se de cuenta.
El síntoma más significativo de este problema es el dolor, que puede llegar a ser incluso más alarmante cuando va acompañado de sangrados.