16 enero, 2025

Tipos de tratamiento de aguas residuales: restableciendo el equilibrio ecológico

tipos de tratamiento de aguas residuales

El acelerado crecimiento de la población mundial y los elevados niveles asociados de consumo del vital líquido, han obligado a utilizar diversas tecnologías para crear nuevos tipos de tratamiento de aguas residuales y mejorar los antiguos. Así, procesos físicos, biológicos y químicos trabajan en la adecuación de los efluentes del servicio humano.

Dichos fluidos tienen un origen doméstico, comercial o industrial. Pueden ser procesados en el lugar o recolectados y transportados a plantas de tratamiento apropiadas a la naturaleza de los contaminantes presentes.

Etapas del tratamiento de las aguas residuales

A modo general, se puede hablar de dos procesos macros. Uno complejo que se lleva a cabo en las ya mencionadas plantas y uno simple, por contraste, que efectúa el ambiente cuando los líquidos son devueltos a un cuerpo receptor restituyendo el equilibrio natural. La capacidad del reservorio dependerá, básicamente, del volumen que maneje y el contenido de oxígeno.

Dentro de la planta de tratamiento se distinguen cuatro etapas consecutivas:

  • Preliminar: en la que se utilizan rejillas, tamices y microfiltros cada vez de menor diámetro, para ir reteniendo residuos sólidos que progresivamente se hacen más pequeños hasta llegar a las arenas; de manera que los equipos internos no sufran daños por atascamiento.
  • Primaria o física: cuya clave está en la sedimentación. Por lo que muchas veces, con solo darle tiempo o añadiendo coagulantes o floculantes para acelerar, se logra la deposición de ciertos productos que luego son retirados. También se hace en este caso control de pH y eliminación de componentes volátiles.
  • Secundaria o biológica: se encarga de la descomposición de compuestos orgánicos, casi siempre con el uso de bacterias aeróbicas que se alimentan de ellos, formando un lodo que posteriormente es decantado en tanques de fondo cónico.
  • Terciaria o química: es una aplicación especial en aquellos casos que se requiere eliminar elementos como fósforo, nitrógeno, metales pesados (vanadio, níquel y otros), virus, etc.

De esta forma, con más o menos procedimientos, dependiendo del nivel de contaminación original, se depura el agua para ser reutilizada nuevamente en el riego de sembradíos, parques y jardines, lavado de coches, etc.

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